Prólogo
Hace varios meses, recibí un correo de mi mamá con el manuscrito de este libro adjunto pidiéndome que lo revisara para estar segura de que yo estaba de acuerdo con todo lo que ella había escrito acerca de mí. Lo leí todo y luego le respondí, «Es realmente bueno y me haces sentir muy Bien, así que puedes dejarlo tal como está.›› Entonces ella contestó, «Yo no hago sentir bien a nadie. Tú eres bueno. Estoy orgullosa de ti››. Puede que esto no signifique mucho para ti, pero si significa mucho para mí.
Mi mamá me anima constantemente, ya sea por medio de una nota de correo o de un cesto con una deliciosa merienda durante la semana de los exámenes finales. Habiendo dicho esto, puedo decir que mis padres nunca temieron decirme cuando veían que yo podía hacer las cosas mejor, y siempre me enviaban esos mensajes con amor. Cuando era más joven, pensaba que tenía los mejores padres del mundo. Asumía que todos los chicos debían sentir lo mismo con respecto a los suyos. A medida que fui creciendo observé que mi relación con mi mamá y mi papá, era especial. Otros chicos y chicas no tenían el amor y el respeto hacia sus padres que yo tenía hacia los míos. Y pienso que la mayoría de los estudiantes en la universidad pueden identificar algunas cosas que sus padres hicieron con ellos que les gustaría hacer de una manera diferente con sus hijos.
Cuando mi mamá me pregunta que hubiera deseado que ella o mi papá hicieran conmigo de una manera diferente, honestamente no se me ocurre nada realmente significativo. Mis padres no son perfectos, y ellos no quisieran decirte que lo son, pero yo realmente creo que son increíbles. Ellos fueron un excelente ejemplo para mí cada día. Me animan y saben la diferencia entre «lo estás haciendo mal›› y «puedes hacerlo mejor››. Y lo más importante, ellos siempre dejaron bien claro que me amaban. No estoy seguro de si yo actuaría de manera diferente, pero estaría encantado si llego a ser tan buen padre como lo son ellos. ¿Te ayudará este libro a convertirte en un mejor padre o madre? ¿Tener una sola sesión de entrenamiento personal con Michael Jordan te haría un mejor jugador de baloncesto? (Esto quiere decir, ¡Por supuesto que sí!). Entonces léelo, y aplica lo que aprendes, tu hijo te lo agradecerá más adelante. Incluso quizá te escriba un bello mensaje algún día. Rob Gresh