No Améis al Mundo
No Améis al Mundo

No Améis al Mundo [Libro]

(Autor)
 
0,0 (0 voto(s))

Habiendo estado esclavizados al pecado, aceptamos con naturalidad que las cosas pecaminosas son satánicas; pero ¿creemos también que las cosas del mundo son satánicas? Muchos de nosotros, creo, que dudamos aún de esto. Sin embargo, con cuánta claridad nos afirman las Escrituras que "el mundo entero está bajo el maligno" (1 Juan 5:19). Satanás bien sabe que, hablando en términos generales, es vano e inútil procurar enlazar a los verdaderos creyentes por medio de cosas que son positivamente pecaminosas. Se darán cuenta del peligro y lo eludirán. De modo que ha ingeniado una red seductora, tan hábilmente confeccionada que atrapa hasta los hombres más inocentes. Huimos de los deseos pecaminosos y hacemos bien, pero cuando se trata de cosas tan inocuas como la ciencia, el arte y la educación, ¡con qué facilidad perdemos nuestro sentido de valores y caemos presa de su seducción!

Este libro está dirigido a todos los creyentes que batallan contra el sistema del mundo, puesto que es un llamado a no andar divididos, a ser luz en medio de la oscuridad y acompañar a otros que necesiten de ayuda para seguir a Jesucristo, brindando herramientas profundas para la vida del cristiano. Es una voz de aliento para los que luchan cada día y una advertencia a no caer en el descuido.

Categorías

Productos » Vida Cristiana
ISBN: 9789588867304
Editorial: Editorial CLC
Referencia de producto: 01501304
Dimensiones: 140 x 220 x 5 mm
Peso: 0,235kg
Cubierta: Rústica
Número de páginas: 96
Fecha de lanzamiento: 23.02.2017
Idioma: Español

Contenido Libros

Contenido
Introducción

Crucificado a mí
Una Naturaleza Distinta
Luces en el Mundo
Separación
Refrescándonos Mutuamente
Mis Leyes en sus Corazones
Los Poderes del Siglo Venidero
Saqueando al Usurpador

Apéndice

Detrás del sistema, una mente

Prólogo

Cuando estuvimos bajo la esclavitud del pecado, aceptamos con naturalidad que todo lo pecaminoso es satánico, pero ¿también creemos que las cosas del mundo son satánicas? Creo que muchos de nosotros aún dudamos de esto. Sin embargo, la Escritura nos afirma que “…el mundo entero está bajo el maligno” (1 Juan 5:19). En términos generales, Satanás bien sabe que es vano e inútil procurar encadenar a los verdaderos creyentes por medio de aquello que es positivo pero pecaminoso, pues se darán cuenta del peligro y lo eludirán. Debido a esto, ha ingeniado una red seductora, tan hábilmente confeccionada, que atrapa hasta los hombres más inocentes. Huimos de los deseos de la carne y hacemos bien, pero cuando se trata de asuntos tan inofensivos como la ciencia, el arte y la educación, ¡con qué facilidad perdemos nuestro sentido de los valores y caemos presa bajo su seducción!

No obstante, la sentencia de juicio de nuestro Señor implica claramente que todo cuanto constituye “el mundo” está en desacuerdo con el propósito de Dios. Sus palabras: “Ahora es el juicio de este mundo…” (Juan 2:31), implican de manera visible la condenación de todo cuanto está compuesto el cosmos (del griego κόσμος, kosmos) y no se habrían pronunciado si en realidad no estuviese en forma radical la maldad presente en él. Más aún, cuando Jesús prosigue diciendo: “…ahora el príncipe de este mundo será echado fuera”, no está haciendo énfasis en una relación exclusiva e íntima entre Satanás y el sistema que rige al mundo, sino del hecho de que su condenación está ligada con la suya. ¿Reconocemos que Satanás es hoy el príncipe de las ciencias, la educación, el arte, la cultura y que éstas, con él, están condenadas? ¿Somos conscientes que el maligno es el gobernador de todas las cosas que forman parte del sistema mundial?

Cuando oímos mencionar acerca de un salón de baile o un club nocturno, nuestra reacción inmediata como creyentes es de desaprobación. Para nosotros, esto forma parte “del mundo”. Sin embargo, si escuchamos discusiones sobre temas de medicina o servicio social, quizá no reaccionemos, e incluso aprobemos y hasta lleguemos a brindar nuestra ayuda entusiasta. Podemos ver que entre estos dos extremos existe un sinnúmero de cosas que varían e influyen grandemente para bien o mal, entre los cuales no podríamos ponernos de acuerdo sobre dónde trazar una línea que divida estas situaciones. No obstante, debemos enfrentar el hecho de que el juicio ya ha sido pronunciado por Dios, no sobre algunos hechos o cosas que pertenecen a este mundo, sino sobre todas ellas de manera imparcial.

Comentarios y Reseñas

Escribe una reseña para este producto

Debe iniciar sesión para agregar una reseña del producto

Watchman  Nee
Watchman Nee(Autor)

Watchman Nee Se convirtió a l cristia nismo en 1920, a los 17 años, y comenzó a escribir el mismo año.  Nee  no tuvo estud ios teológi­ cos forma les, adq uirió sus conocimientos med ia nte el estud io deta­ l lado de la Bibl ia y la lectura de libros de autores cristia nos de gra n peso. Durante los 30 años de su m in isterio, via jó a través de China funda ndo  iglesias  en  comun idades  ru ra les  y  dictó  conferencias sobre  temas  cristia nos  en  Shang hái.  En  1952  fue  enca rcelado  a causa de su fe y perma neció en prisión  hasta su muerte en  1972.