Cómo perdornar cuando no lo siente [Libro]

Contenido Libros

La lucha por perdonar
“Palos y piedras pueden romper mis huesos” las palabras pueden romper mi corazón.
1. La escuela de las rocas dolorosas aplicando rocas de rencor.
2. “¡Apedréenla! “¡Apedréenla!
3. Lo que es el perdón, y lo que no es.
4. “¿Cuál padre le da una piedra a su hijo? amor extraordinario, perdón, extraordinario
5. Deshaciéndose de la cascada de recuerdos la libertad que da el completo perdón.
6. Removiendo las duras rocas de los resentimientos elegir el perdón por encima de los sentimientos.
7. Cortar el fondo del saco pensamientos de resentimiento liberados, no repasados
8. Las rocas no se eliminan de la noche a la mañana las cuatro etapas del perdón
9. Evitando a los que lanzas piedras una cosa es el perdón y otra la reconciliación
10. Rompiendo el poder de tu agresor orando por aquellos que te agreden
11. La bendición oculta tras las “piedras” de Dios “oh Dios, ¿Cómo puedes permitir esto?
12. Enterrando bajo las rocas de la melancolía cuando la persona a quien necesitas perdonar eres tú mismo
13. El poder del saco vacío beneficios adicionales del perdón
14. Un corazón de piedra encuentra esperanza y sanidad pidiendo perdón, encontrando libertad.
Apéndice A: ¿por qué debemos deshacernos de la falta de perdón?
Apéndice B: ¿Cómo luce un corazón que perdona?
Apéndice C: El alto costo de la falta de perdón vs. La gran recompensa del perdón
Apéndice D: Rompiendo fortalezas espirituales
Apéndice E: ¿Cómo puedes encontrar el perdón de Dios?
Apéndice F: El corazón de Dios en el perdón
Apéndice G: Cómo orar por aquellos que te han herido
Apéndice H: Principios para perdonar la duda monetaria
Notas

Prólogo

RESENTIMIENTO ... IRA ... RETALIACIÓN. ¿Alguna vez has luchado contra el perdón? ¿Has llegado a pensar que es imposible? ¿Alguna vez supiste que debías, pero no querías? Considero que la mayoría de la gente en el mundo está luchando con el perdón - ¡en este mismo momento! Si eres humano (de hecho, lo eres) y si estás leyendo este libro (lo cual es cierto), alguna vez has sido herido -honda y profundamente- y has enfrentado el enemigo del no perdón. Cada noche de la semana, dirijo un programa radial de dos horas de llamadas para consejería Esperanza en la Noche- durante el cual mucha gente a lo largo de los Estados Unidos descarga sus corazones a través de este programa en vivo. Con frecuencia me sorprende su candor y lo profundamente afectados que están por la pena. También me da tristeza ver la cantidad de personas equivocadas y maltratadas por otros -desde su propia familia hasta la familia de la iglesia; desde encuentros casuales hasta vecinos cercanos; desde completos extraños hasta “mejores amigos". Mi corazón va hacia los que sufren hacia aquellos que sólo desean que su pena termine y que regrese la esperanza. Después de más de una década de escuchar cientos de historias desconsoladoras, surge el desafío del perdón con una compasión tremenda. No deseo que aquellos que están sufriendo sean más adelante lastimados al vivir con una raíz de amargura –simplemente porque no captan el verdadero significado del perdón o no saber el cómo hacer" para perdonar. Y toco este tema con algo más que compasión. tengo la experiencia necesaria, ya que por años luché con la falta de perdón. Por supuesto que sentía un gran peso. Así que para mí el perdón no es sólo una premisa técnica ... o un simple concepto teológico. El perdón es algo que viví en un mundo real, un asunto del alma. El perdón es una decisión un acto de voluntad que cuando se hace correctamente conduce a la verdadera libertad. Es un proceso a menudo mal entendido. Me tomo un largo tiempo aprende el porqué del perdón y más aún lograr vivir con un corazón lleno de perdón. El llamado de Dios en Colosenses 3:13 ha sido el catalizador de mi jornada: “De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdono, perdonen también ustedes”. A través de ilustraciones vividas y experiencias impactantes quiero mostrarles a otros que han sufrido grandemente y perdonando mucho algunos que incluso llegaron a pensar que nunca entonarían paz debido a la profundidad de su dolor. Y quiero destacara a aquel que ha sido ofendido al máximo y ha perdonado al máximo a Jesús. Él conoce su pena. Él sabe su necesidad y sabe cómo darle poder para perdonar aun cuando crea que es imposible. A través de estas páginas, mi oración es doble: Que aprenda a deshacerse los guijarros de amargura que carga a su espalda aquellas pesadas rocas de resentimiento. Que experimente la liberad del perdón una liberad que sólo es posible cuando aprenda a perdonar… aun cuando no lo sienta.